A medida que se acerca el examen FIR, muchos opositores entran en una dinámica de urgencia: intentar abarcarlo todo, repasar cada tema una vez más, hacer todos los test posibles. Pero la realidad es clara: no se puede llegar a todo. Y lo importante no es hacerlo todo, sino hacer lo importante.

Este post está pensado para ayudarte a priorizar, a tomar decisiones estratégicas y a aceptar que soltar también forma parte de una buena preparación. Porque no se trata de ser perfecto, sino de ser eficaz.

Aceptar que no se llega a todo no es rendirse: es madurez estratégica

Uno de los mayores errores en esta etapa es caer en la trampa de la culpa: “debería repasar más”, “no me da tiempo a revisar ese tema”, “todos los demás saben más”. La exigencia infinita genera ansiedad y bloquea el rendimiento. En cambio, cuando aceptas que tu tiempo y energía son finitos, puedes empezar a optimizar en lugar de intentar abarcar.

¿Cómo priorizar cuando parece que todo es importante?

  1. Por peso en el examen:
    • Prioriza asignaturas y bloques que representan mayor proporción de preguntas.
    • Ejemplo: si una asignatura tiene 15 preguntas frente a otra que tiene 4, la primera debe tener más espacio en tu agenda.
  2. Por nivel de dominio:
    • Si hay temas que ya dominas, un repaso rápido puede ser suficiente.
    • Dedica más tiempo a los temas intermedios (ni dominados ni perdidos).
  3. Por frecuencia de preguntas FIR:
    • Hay temas que aparecen todos los años. Esos deben estar bien afianzados.
    • Revisa estadísticas y resúmenes de preguntas frecuentes.
  4. Por coste-beneficio emocional:
    • A veces, un tema te drena mentalmente sin aportar mucho al conjunto.
    • Considera si vale la pena el esfuerzo frente al impacto real.

Aprende a soltar sin sentir culpa

Soltar no es rendirse. Es decidir de forma activa en qué vas a dejar de invertir energía para rendir mejor en el conjunto. Puedes hacerlo con método:

  • Haz una lista de los temas o bloques que vas a repasar sí o sí.
  • Marca con un color distinto los que, si no llegas, dejarás para el final.
  • Asume que, si no tocas algo, es porque elegiste concentrarte en lo más importante.

El peligro de querer controlarlo todo

Querer revisar hasta la última página solo genera fatiga. Y la fatiga no solo afecta tu cuerpo: afecta tu memoria, tu atención y tu estabilidad emocional. Cuanto más te empeñas en abarcar, menos rendimiento real obtienes. A veces, parar y decidir “esto no lo repaso más” es la mejor jugada.

Reorganiza tu tiempo con criterio y flexibilidad

No necesitas estudiar 12 horas al día. Necesitas tener un horario realista:

  • Simulacros (1-2 a la semana): entrenamiento real.
  • Repasos dirigidos: basados en tus errores y prioridades.
  • Tiempo libre: obligatorio para regenerar energía.

Usa estructuras semanales que puedas adaptar sin sentirte en deuda con tu propio plan.

Confía en lo que ya has hecho

Una parte clave del éxito en el FIR es confiar en tu preparación acumulada. No todo se mide por lo que estudias esta semana. Has trabajado durante meses. Has hecho vueltas al temario. Has corregido simulacros. Ese conocimiento está en ti, aunque no lo veas cada día.

Conclusión: menos es más (si eliges bien)

En la recta final del FIR, no se gana por estudiar más, sino por estudiar con sentido. Prioriza, decide, suelta lo accesorio, y apuesta por lo esencial. Confía en que tu preparación no depende de una semana perfecta, sino de una estrategia sostenida.

Recuerda: el FIR no lo gana quien hace más, sino quien hace lo que importa. Nos vemos en el próximo post para seguir acompañándote hacia tu objetivo.