Si estás preparando el FIR, es probable que, en algún momento, te hayas hecho alguna de estas preguntas:
“¿Estoy estudiando bien?”
“¿Y si estoy perdiendo el tiempo con esta técnica?”
“¿Por qué me olvido todo tan rápido?”
Respira. Es normal. En la oposición, el estudio no es solo cuestión de acumular horas: también es aprender a estudiar mejor. Y eso implica detectar errores, ajustar y seguir.
Hoy te compartimos algunos de los fallos más comunes que cometen muchos opositores FIR (sí, muchísimos), junto con soluciones realistas para corregirlos a tiempo.
- Estudiar solo para “acabar el tema”
Error típico: “Tengo que terminar X tema hoy sí o sí, aunque no me entere de nada”.
Cuando el foco está solo en tachar cosas del planning, se pierde lo esencial: comprender, retener y ser capaz de aplicar lo estudiado. Acabar un tema no sirve de mucho si no puedes resolver una pregunta tipo test sobre él dentro de dos semanas.
✅ Solución: Prioriza la calidad sobre la cantidad. Si un tema es denso, divídelo en bloques y márcate miniobjetivos de comprensión, no solo de avance. Mejor una sesión productiva que dos por inercia.
- No repasar lo suficiente (o hacerlo demasiado tarde)
Error típico: “Ya lo estudié en marzo, seguro que me acuerdo…”.
La curva del olvido es muy real. Estudiar sin un sistema de repasos planificados lleva a una falsa sensación de control. Y al hacer un simulacro, el golpe es duro.
✅ Solución: Implementa un sistema de repasos activos y progresivos. Recurre a técnicas como la repetición espaciada (flashcards, resúmenes, test) para que tu memoria trabaje a largo plazo. No dejes el repaso para “cuando tengas tiempo”.
- Hacer los simulacros como un trámite más
Error típico: “Lo hago rápido para quitármelo de encima y ya”.
El simulacro es mucho más que un examen: es una herramienta brutal de aprendizaje, si la usas bien. Hacerlo sin concentración o no corregirlo a fondo es perder una oportunidad clave.
✅ Solución: Haz cada simulacro como si fuera el día real del examen. Cronometrado, sin interrupciones. Luego, dedícale tiempo a corregirlo y entender los fallos. Ahí es donde más aprendes.
- Tener una rutina de estudio demasiado rígida (o demasiado caótica)
Error típico: “Si hoy no cumplo todo el planning, ya no vale la pena”.
Una planificación irreal o inflexible te deja agotado mentalmente. En el otro extremo, no tener estructura hace que pierdas foco. Ambos extremos desgastan.
✅ Solución: Diseña un planning realista, adaptable y con márgenes. Deja espacios para imprevistos, repaso y descanso. Lo importante es ser constante, no perfecto.
- Querer memorizar sin entender
Error típico: “No sé muy bien qué significa, pero me lo aprendo de memoria”.
Esto puede funcionar a corto plazo, pero el FIR no solo evalúa memoria: evalúa comprensión y capacidad de aplicar conocimientos en contexto.
✅ Solución: Antes de memorizar, asegúrate de entender. Usa esquemas, mapas mentales, analogías… y si algo no se entiende, pregunta. No te lo guardes.
- Compararte constantemente con otros
Error típico: “Mi compañero lleva 10 temas más que yo… voy fatal.”
Compararse solo alimenta la ansiedad. Cada opositor tiene su ritmo, sus puntos fuertes y débiles, su contexto. Lo que te funciona a ti puede no servir a otro, y viceversa.
✅ Solución: Céntrate en tu propio proceso. Mide tu evolución frente a ti mismo, no frente a otros. Si necesitas motivación externa, que sea compartiendo dudas y recursos, no echándote presión.
- Olvidar que el descanso también estudia
Error típico: “Si paro, siento que estoy perdiendo tiempo.”
El descanso no es un premio: es una parte del estudio. Sin pausas reales, tu concentración baja, tu memoria sufre y tu motivación desaparece.
✅ Solución: Programa descansos cortos durante el día y días más tranquilos durante la semana. Dormir, moverte y desconectar también forma parte de tu preparación.
Aprender a estudiar también se entrena
Cometer errores no te aleja del FIR: ignorar esos errores sí.
El objetivo no es estudiar perfecto desde el primer día, sino ir afinando poco a poco.
Y recuerda: cada ajuste a tiempo vale por semanas de estudio más efectivo.
Lo estás haciendo bien (aunque a veces no lo parezca)
Si has leído hasta aquí, significa que te importa mejorar. Y eso, en sí mismo, ya te pone por delante.
Sigue, corrige lo que haga falta, y sobre todo: no te castigues por no ser perfecto. El FIR no se gana sin fallar. Se gana aprendiendo de cada fallo.
Nosotros estamos aquí para ayudarte a hacerlo.